09 Feb Esperando el nacimiento de mi milagro pequeñito
Buenos días, ¿cómo estás? ¿has empezado bien el mes de Febrero?. Yo aquí sigo, esperando el nacimiento de mi milagro pequeñito.
Ayer pasé un día espectacular, no hubo cole y aunque entiendo que estos días causan unos problemas de organización imposibles para muchas familias, yo pude achucharlos y jugar con ellos a mil y una cosas durante todo el día y aunque nos faltó su padre que tuvo que trabajar hasta súper tarde, me fui a la cama por la noche con una sonrisa de oreja a oreja, qué día tan feliz, sin prisas, sin gritos, sin peleas, sin deberes…
Soy muy consciente de lo afortunada que soy pudiendo estar con ellos.
Estoy preocupada, quizás demasiado, preocupada por ellos, por cómo se sienten y cómo van a reaccionar al cambio que se les viene encima, no quiero que sientan ni por un segundo descolorados o tristes. Por ahora están bien, ilusionados y contentos con la inminente llegada de su hermanito pero no quiero bajar la guardia y aunque les pido mucha ayuda (ya son mayores) también les lleno de besos y atenciones todo lo que puedo.
Me preocupa mucho que se sientan muy queridos
Cuando Candela está en piano disfruto de un rato a solas con Mateo, le llevo a merendar o simplemente nos quedamos en casa charlando y jugando los dos solos a lo que a él más le gusta, me encanta verle tan contento, es nuestro momento.
Otro día de la semana, mientras Mateo va a su terapia visual semanal, es nuestra tarde de chicas. Candela me cuenta secretillos y cosas que le preocupan mientras nos bañamos juntas y hacemos un spa casero para ponernos guapas. Es un rato sólo nuestro que no cambiaría por nada del mundo y a ella le divierte un montón.
Tener un rato a solas con cada uno mejora mucho nuestro entendimiento mutuo
La cara B de la moneda es que ayer no toqué el ordenador y aunque llevo un mes sin hacer sesiones, todavía tengo trabajos por entregar y fotos pendientes de editar.
El caso es que mi cabeza está ahora mismo a otra cosa, está en mi familia y mi bebé, con todos los preparativos, visitas al médico, análisis, preoperatorios, vacunas de última hora, maletas… Empiezo a estar nerviosa y desconcentrada, deseando que llegue Samuel y adaptarnos al cambio de nuestra familia.
¿Por qué te cuento esto?
Porque he decidido tomarme un descanso
A partir de ahora voy a espaciar las entregas del blog pero no te preocupes porque te voy a mantener informada/o de todas las novedades.
Te agradezco muchísimo que sigas aquí conmigo, volveré a dar guerra muy pronto.
Sin Comentarios